¿Quién soy?

No hablaré de mí, me cuesta y no estoy acostumbrado a las confidencias. Tampoco contaré mis pasiones ni mis miedos, los escandalizarían. Tan solo diré que soy Eliazar Ortiz, el culpable de este blog.
Pero, por si lo anterior no ha sido suficiente, detallaré algunos aspectos más de mi parca existencia:
- Soy Apurimeño de nacimiento y cusqueño de corazón. Y menciono estos dos lugares por mis raíces: la sangre inka y la sangre chanka, que siglos después siguen librando su batalla por mi identidad.
- He visto pasar en mi vida más de cuarenta estaciones, y pienso yo que mi eterna juventud recién comienza.
Mi vivir se sintetiza en escasamente tres verbos: leer, escribir y viajar. Pero con esto no digo que sean las únicas cosas que hago en la vida, sino que también hay otras tantas acciones que con los años se han convertido en mi forma de ser y vivir. Por ejemplo: me agrada escuchar el silencio y también la música; me gusta observar, desde la cima de alguna colina, los amaneceres azules, las noches estrelladas y los ocasos dorados; me encanta dejarme llevar por las corrientes e los ríos que observo desde algún puente u orilla; me complace…
Me gusta leer
Leo desde muy niño, y quizá la culpa lo tenga mi padre; pues, comencé cultivando el gusto por la lectura —al que muchos sabihondos lo llaman el placer de leer— en la sacrosanta biblioteca de mi padre que rebozaba de dios, y en el que no había muchos libros. Aunque, realmente, comencé a adquirir este hábito por la lectura al releer constantemente los versos absurdos y otras cosas sin sentido que rasgaba en mis cuadernos, y sobre todo al intentar encontrar en los libros las historias milenarias que me cautivaban con sus tramas.


Me gusta escribir
Escribo desde muy niño, aunque yo no sé si es correcto llamar escribir a aquello. Porque comencé copiando poemas de Vallejo, Bécquer y muchos otros; y recopilando las historias milenarias de mis ancestros. Pero, que no se diga que fui un simple aprendiz que copiada a sus maestros. ¡No! También era un creador innato a quien le gustaba desgajar versos sueltos en sus cuadernos escolares, y trazar otros tantos dibujos abstractos que ni yo mismo entendía. Los dibujos abstractos perecieron en el tiempo; pero los versos sueltos y la prosa esquiva, que con pasión escribía en mi diario, dieron origen a poesías, cuentos, artículos, ensayos y novelas que, todos juntos, esperan, en mi anaquel, el momento perfecto para ser publicados
Me gusta viajar
Aunque, hasta hoy, sigo atado a un solo lugar, me gusta viajar por descubrir nuevos lugares y por sentirme un desconocido en medio de la gente. Viajo porque detesto los horarios, la rutina y la querencia a un solo pueblo. Viajo por seguir siendo un hombre libre que encuentre en sus odiseas la aventura de vivir.

En resumen, amo leer porque es una forma de viajar; amo viajar porque es una forma de escribir mi propia historia; y amo escribir porque es una forma de vivir, y la única forma de vivir mejor que yo conozco.